¿Cuál es la historia?

Una oportunidad histórica

Ahora es el momento de generar un apoyo público sostenido para el cuidado infantil asequible y de alta calidad disponible para todas las familias que lo necesiten, en el entorno de su elección, proporcionado por educadores de la primera infancia bien capacitados y debidamente compensados.

Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, la gente de Connecticut reconoce que el cuidado y la educación tempranos son esenciales para la salud y el bienestar de los niños, las familias y las comunidades, y para el futuro económico de nuestro estado. Afortunadamente, nuestro gobierno estatal apoya enormemente el cambio. Y por primera vez, las empresas de Connecticut se han involucrado en el cuidado y la educación temprana, a través del Consejo de la Fuerza Laboral del Gobernador, la Asociación de Empresas e Industrias de Connecticut y el Consejo del Gobernador sobre Mujeres y Niñas.

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La pandemia ha iluminado los tres problemas básicos interrelacionados del cuidado y la educación tempranos: asequibilidad, acceso y calidad. También nos ha mostrado el estado de primera línea y la precaria posición financiera de los educadores de la primera infancia. El cuidado infantil es demasiado caro, hay muy pocos espacios con licencia y la compensación para los proveedores de cuidado infantil es demasiado baja para contratar y retener al personal necesario para un cuidado de calidad (en 2017, el ingreso medio para los educadores de bebés y niños pequeños en CT fue de solo $ 23,250). Este último problema se ha visto agravado por los despidos pandémicos en el cuidado de niños y la incapacidad de volver a contratar a trabajadores que han aceptado trabajos mejor pagados.

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